He de darle las gracias a mis profesores por todo lo que hacen por nosotros, por exigirnos tanto cada día, que aunque a veces nos quejemos, sabemos que es por nuestro bien. Y no, no es por hacer la pelota, es porque varias veces me he planteado que sin ellos no sabríamos tantas cosas, ni podríamos llegar lo lejos que quisiéramos, porque no es solo a día de hoy, sino desde que teníamos tres añitos y pusimos el primer pie en la guardería. En ese mismo momento comenzamos a aprender, simplemente a relacionar nos con los demás y a ir creciendo personalmente. También de no darle las gracias a mis compañeros, que gracias a la convivencia, trabajo en equipo y enfados, hemos aprendido de los errores y de lo que no son tantos errores... Porque con muchos de ellos llevo desde pequeña junto a ellos y nos conocemos muy bien.
Y, por último, pero principalmente debo darles las gracias a mis padres y mis hermanos, porque desde el segundo cero de mi vida, han estado ahí, para ayudarme en todo, para enseñarme modales, para dar lo mejor de mi, para cualquier cosa que necesitara.
Y es que solo tengo buenas palabras para estas personas, porque sin ellas no podría llegar a donde quiero llegar. ¡Gracias de verdad!
No hay comentarios:
Publicar un comentario